CONCURSO?

LOS “CONCURSOS” PARA CUBRIR VACANTES EN LAS DIRECCIONES DE LOS HOSPITALES DE LA CIUDAD: UNA “TRUCHADA” MACRISTA

En cuanto programa de televisión o radial en el que habla Mauricio Macri hace referencia a que por primera vez en la ciudad desde la época de la dictadura se van a hacer concursos para cubrir vacantes en las direcciones de los hospitales.

En realidad sólo hay un procedimiento de selección digitado que es presentado ante los medios como un concurso y que le garantiza a Macri nombrar a quien él quiere, en algunos casos con acuerdo de un sector gremial de la “Asociación de Médicos Municipales”.

Un concurso es público. Aquí no hay publicidad alguna. Nadie sabe quiénes se anotaron ni sus antecedentes. No están publicados en ningún lado. Las listas son secretas.

Un concurso tiene un reglamento público que entre otras cosas establece plazos, requisitos, períodos de impugnación, antecedentes y oposición, etc. Aquí no hay nada de nada. Sólo se exige la presentación de un proyecto para el hospital de que se trate que ni siquiera es publicado ni conocido. No hay oposición ni defensa pública del proyecto.

Un concurso tiene criterios de evaluación. Se establecen ponderaciones para los antecedentes y para la oposición. Aquí no hay criterio alguno. Todo es secreto y arbitrario. No se sabe en cuánto se pondera las publicaciones, en cuánto los cargos anteriores, en cuánto los cursos realizados, en cuánto las becas, en cuánto la docencia, etc. No se establece ningún puntaje ni pauta para ningún antecedente, lo cual deja todo librado al criterio de una Junta Asesora que no tiene siquiera reglamento de concurso.

En definitiva, no hay concurso alguno. Macri estableció un criterio de selección secreto y a su medida que le permite mentir y decir que está haciendo un concurso cuando en realidad designa al que él quiere con el silencio y la complicidad de un sector gremial que ve en esto la oportunidad de colocar algunos directores afines.

Una muestra de la irregularidad de este proceso de selección que mentirosamente se lo llama “concurso” es que a escasas horas de haberle aceptado la renuncia al Director del Hospital Argerich, Dontato Spaccavento, ya puede decirse quién lo va a reemplazar: el subdirector Néstor Hernández. No se necesita simular ni un proceso de selección ni mentir sobre un supuesto concurso. Las designaciones las arreglan bajo la mesa y se sabe de antemano su resultado.

A las cosas hay que llamarlas por su nombre. Los concursos son concursos. Las truchadas son truchadas.

Aníbal Ibarra.

Fuente: anibalibarra.org.ar


El Bloque Diálogo por Buenos Aires de la Legislatura porteña presentó un pedido de informes al respecto: *ver